yo tampoco sé por dónde comenzar, por eso empecé por aquí.
Ni siquiera sé por dónde empezar a escribir, pero sé que tengo que ser lo más honesta posible contigo (y conmigo misma) así que aquí va.
Estoy en un momento de mi vida en donde no sé si estoy más cerca del inicio o del final de algo, de alguien, de una idea, o de un momento…me siento tanto lejos como cerca de lo que podría suceder.
Para empezar, me estoy enterando de que la vida adulta es algo que está más cerca de mí que antes, así que no te imaginas la cantidad de cosas que he tenido que gestionar. Ahora pienso en mi vida material, lo que quiero ser, como quiero sostenerme, como lo voy a conseguir, si lo que quiero hacer realmente funcionará…me hago muchas preguntas. Al mismo tiempo me ha tocado verme siendo otras versiones de mí, y me ha hecho sentir como si el mar me dejara en la orilla y me llevara con él tantas veces como lo considere apropiado.
He revivido en menos de un mes la rabia, el amor, el dolor, la pérdida, y el renacimiento de más cosas, que en seis meses de mi existencia. Estoy haciendo las paces en donde merezco estar tranquila y también le estoy montando la guerra a lo que todavía no deja de correr por mi cabeza. Tampoco te voy a mentir en esto, estoy tratando de olvidar, y al mismo tiempo no. Creo que es una línea de tiempo que me ha gustado llamar “a la vuelta de la esquina”; es algo que está ahí, y que sé que tarde o temprano voy a cruzar, pero no sé qué hay del otro lado, o si habrá algo, o si queda algo, o si ya cruce… cuál sea el momento en el que mis palabras se quieran ubicar, es algo que el tiempo todavía no aleja pero tampoco me acerca. Así que recorro calles, y pasillos nuevos, y abro puertas nuevas, y cierro unas cuantas más.
En fin, yo también estoy un poco perdida como podrás darte cuenta. Pero hace rato leí que uno siempre está perdido, eso es parte de la vida. Porque no hay nada más valioso que sentir momentos de reencuentro tan fugaces y tan íntimos, entre una vida en donde tienes que mirar constantemente los pasos que dejas, y contar los que quieres dar.
No sabía por dónde comenzar y por eso decidí hacerlo aquí.
No me salió ni tan mal.